miércoles, 28 de octubre de 2009

Tu chico es un peluche

Eso de que la gente no cambia no creo que sea tan así. Cuando era chica moría por los peluches.

Tenía fascinación por el angeloso. Ahora los odio. En especial, a los que traen anuncios del tipo: I love you o su versión en castellano, sos lo más dulce, feliz aniversario, te amaré por siempre y sus derivados. No puedo entender porqué los hombres son tan originales de regalar esos peluches truchos que capturaron en alguna máquina, para el primer mes de noviazgo. ¿No saben que la primera impresión es fundamental? Ni hablar si para el año o los seis meses te regala el peluche made in Taiwán, que a menos de medio minuto de dártelo ya perdió la nariz… imperdonable.

¿Creerán acaso que tal regalo supone una prueba de su hombría? Porque resulta evidente que constituye un claro acto de boludez, o al menos de tara econocómica y/o deportiva, porque de tanto intentar con la garra ganar el osito gastaron una fortuna de monedas en la máquina, mientras que unos aros, una remera, hasta una cena o entrada a algún espectáculo cuestan mucho menos.

Ahondando en la psique masculina, concluí que quizá guarden la ilusión con este tipo de regalo, de conmover y llegar a esa parte dulce de la mujer, a los tiempos de su niñez, y esperan algún tipo de agradecimiento amoroso, cuando en realidad dejamos de jugar con los osos hace más de dos décadas y hacerse los tiernos con un peluche no les va a garantizar ni un pico.

Otra hipótesis –que creo es la que cuenta con argumentos más sólidos considerando la naturaleza masculina- es que seguramente se hayan olvidado del aniversario, de tu cumpleaños, de que te recibiste o cualquiera sea el motivo del festín. Así las cosas, ya se veía venir que estaba en el horno. Pero los hombres suelen tener esas ideas brillantes, salvadoras, esas ocurrencias que consideran un cuasimilagro cuando al pasar de largo por la ypf, la Shell, la esso o cualquiera de esos paraísos con centro de compras las 24 hs, deciden frenar, retroceder, y comprarnos algo.

Por supuesto, de todo el universo de opciones (chocolates, comestibles, revistas, pilas, etc.) se deciden por lo más original y –según su perspectiva- adecuado para la ocasión: el peluche!
Sí, aunque cueste creerlo, el san peluche.

Ante semejante demostración de afecto, no resulta loco preguntarse… si el que a una la ama es el oso, es él, si en verdad realmente una mantiene un enamoramiento con el oso, con quien te lo regaló… si el oso tiene más probabilidades de serte fiel (que constantemente mantiene como un estandarte entre sus manos el corazón de I love you) o representa una muestra de fidelidad de tu chico.

Perturbada, y claramente molesta a estas alturas, no sabés si revolearle el oso por la cabeza, dárselo a tu perra que atraviesa una etapa de embarazo psicológico para alegrarla un poco o darle un beso grande y un abrazo por haberse “jugado” con el regalo. ¿Y todo por qué? Por un peluche, sí, tanta indecisión por un peluche. Confundida, y al ver la cara de mártir del peluche que ya perdió la nariz y te inspiró lástima, actuás, equivocadamente, y le das un beso y un gran abrazo. Uno de esos abrazos que quitan el aire. Como si fuese el mejor regalo del mundo.

Para qué! Te cavaste tu propia tumba. Ahora tenés una colección de ositos, elefantes, conejos, hipopótamos, toda la fauna de peluche completa, exclamando amor, pasión, extrañamiento, y toda la escala imaginable de sentimientos, invadiendo tu habitación. Como cuando eras chica. Con una diferencia: antes te gustaban ahora los aborrecés.

3 comentarios:

Marcos Alcazar dijo...

Que te pasa!?!? Todo es malo en la vida? Todo es patético? Sólo una vez en la vida he regalado un peluche, y fue un sincero acto de demostración de cariño, amor y afecto. Me enferman bastante las mujeres que generalizan, y que escupen todo el resentimiento que tienen ante cualquier acto de humildad de su compañero, tal vez sólo para molestar. Antes te leía, desde ahora en más, no. Gracias

synerges dijo...

Yo es el primer comentario de Diana que leo. Se ve que a Diana le han regalado demasiados peluches. Para mí el peluche es un recurso poco comprometedor, para principiantes. Si no conocés a la chica, podés salir del paso con un peluche. Cuando la conocés mejor, conversás con ella, te interesás en sus gustos, lo mejor es un regalo más personalizado, aunque no sea necesariamente costoso. En fin, cualquier cosa que le exprese que te interesás en lo que ella piensa y siente.

Unknown dijo...

Estaba pensando que se podria armar un foro de discusión sobre este interesante tema de los peluches....pero mas me parece...que todo es un poco en broma, light, divertido... y me quedo con el comentario de synerges...veamos como la cosa se va sintiendo.
PD espero que Marcos siga dandose una vueltita por aqui...
Lili