martes, 2 de junio de 2009

La venganza de las feas

Hace no mucho recibí uno de esos correos masivos que iba a borrar sin leer pero como estaba recomendado por un amigo –decía algo así como que escucharlo hacía soñar- decidí abrirlo. Pongo play al video y me encuentro con Susan Boyle. Fue escuchar y emocionarse con esa voz. 

Más allá de que no comparto un gusto por los realitys y que pienso que se aprovechan muchas veces de las personas, que juegan con sus sueños y le proporcionan a cambio una fama efímera sometiéndolos a una altísima exposición, que son programas que carecen de contenidos y suelen centrarse en lo grotesco y lo burdo de la vida cotidiana para ficcionalizarla; hay algo que sí rescato: haberla escuchado.  

Por supuesto, ahora Susan Boyle, la solterona escocesa de 47 años, no muy bella para lo que hoy se considera belleza, dueña de una voz excepcional,  se convirtió un fenómeno mundial. Su video fue el más visto en la historia de youtube, millones de personas la vieron y la escucharon cantar por televisión, salió en la prensa de todo el mundo y le llovieron las más variadas ofertas por jugosas cantidades. Sin embargo, más allá de su virginidad a los 47, de ser una desempleada, de no ser muy agraciada físicamente, tiene talento. Y es por su talento únicamente que se convirtió en furor.

Lo que sucede es que ya estamos hartos de ver polular, por los medios y también en empresas, ongs, gobierno, en la vida en general, gente sin talento que ocupa un puesto, personas que están al frente de un proyecto o simplemente se les da la oportunidad de trabajar en un determinado puesto sólo por acomodo, porque es linda o lindo pero que carecen de la preparación, el entusiasmo y la vocación que deberían. Quizá el problema también sea que no se encuentra gente talentosa todo el tiempo, más bien son una excepción, pero sí hay gente preparada y entusiasta quienes -al igual que Susan- pierden sus oportunidades ante el acomodo.

Pero es en especial, que quería hablar del fenómeno de la “venganza de las feas”. Esta historia endulza porque repite la arquetípica “venganza de los nerds”, el relato vuelve sobre la clásica historia de la fea talentosa, que siempre fue obviada por su físico, y que a fuerza de intentar le llega “la oportunidad” y conquista su sueño. Y son estas las historias que renuevan la esperanza, independientemente de que se basen en fórmulas hechas,  porque si a ella le pasó ¿por qué no me puede pasar a mí? Es cuestión de esfuerzo, cuestión no tan simple como parece, pero factible. (Porque siendo sinceros el esfuerzo no es algo que les guste a todos). Devuelve la noción de que se puede perseguir lo justo, que finalmente llega.

Sí, es una historia que repite una fórmula y que apunta a emocionar. Sí, se trata de un relato con el que todos nos sentimos identificados y en ello se basa para que funcione y genere impacto. Sí, hay constantes en la estructuras de un relato y los temas no son infinitos, al contrario, son unos pocos temas universales que siempre se repiten, lo que cambia es la forma de contar. Y en este caso la forma de CANTAR. Por esto me sumo al carro y ojalá aparezcan muchas más Susan Doyle y por más “venganza de las feas”.

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